Por Fabián Echaniz
Hace algunas horas nada más el juez Marinelli rechazó el recurso de amparo presentado por Pino Solanas y Proyecto Sur, cuyo escrito solicitaba la suspensión del canje de bonos para renegociar la deuda externa anunciado por el gobierno. Marinelli consideró que el proyecto carecía de legitimación.
Lo cual resulta paradójico cuando analizando el proyecto vemos que la necesidad principal de suspender el pago de la deuda hasta tanto se verifique que resulta legítimo abonar y que no. Recordemos que la mayor parte de la deuda externa con el FMI se generó desde el primer gobierno defacto con Onganía y que termino disparándose a niveles insospechados con el espectacular manejo de Videla y Martínez de Hoz, entre otros claro está.
El decreto, además, encomienda al Ministerio de Economía "registrar un programa de deuda pública de la República Argentina ante la Securities and Exchange Comisión (SEC) de los Estados Unidos", por un monto no mayor a los 15.000 millones de dólares. Lo que se podría entender como un pago para sacarse la presión del fisco mundial encima y entre tanto hacer de una vez por todas el arqueo de caja y ver qué es lo que genuinamente el país debe. Ante este punto es necesario aclarar que, basándonos en la jurisprudencia norteamericana, no deben pagarse las deudas tomadas por gobiernos de facto, a espaldas del pueblo y sin beneficio para él y sin la aprobación del Congreso único que cuenta con la facultad de hacerlo. Deudas además, rechazadas por el Congreso Nacional por las leyes 23.345 y 23.854.
Ante esto el presidente de la Comisión de Economía del Centro Argentino de Ingenieros, Moisés Resnick recomendó solicitar al FMI una nota de crédito a la Argentina por su co-responsabilidad como auditor en la debacle de la Argentina. Resnick calculó los intereses dentro de cada periodo y trasladó esos montos al día de la propuesta, o sea por 35 años el periodo de Onganía y por 24 años el de Videla, resultando "un valor a favor de nuestro país de 350 mil millones de dólares".
Este proceso ya se realizó en Ecuador, donde luego de extensas revisiones se constato que lo que el país realmente debía era mucho menos de la mitad de lo que el Fondo le solicitaba.
Ahora bien, teniendo en cuenta todos estos datos el gobierno con el amparo de la justicia piensa continuar con el decreto 1953/09 que plantea la renegociación de la deuda. Ahora imagínese en qué estado va a quedar la economía argentina cuando comencemos a abonar la deuda si en estos momentos estamos en terapia intensiva y con respirador artificial…
Es conocido que el resto de los latinoamericanos, y los argentinos mismos por qué no, reconocen que el país está plagado de vivos, de ventajeros, de gente que está al borde entre lo legal y lo ilegal; ahora mismo tenemos la oportunidad de aplicar la viveza criolla y estar dentro de los limites de la legalidad y no la aprovechamos.
Preferimos aceptar con estoicismo que hay q abonar esto y agachamos la cabeza para recibir el guadañazo; todo el mundo habla de la viveza de los argentinos… UD, ¿la ve por algún lado?
fabianechaniz@laotrabahia.com